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La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por un tipo de bacteria. A menudo, la sífilis puede ser difícil de detectar y es una de las infecciones de transmisión sexual que se contagian con más facilidad. Si no se trata, puede causar graves problemas de salud, tanto en hombres como en mujeres.
Puedes contagiarte sífilis al tener contacto directo con un chancro, al tener sexo anal, oral o vaginal sin protección, al practicar el beso negro, al compartir dedos o juguetes sexuales, y también mediante el contacto con los genitales. Averigua cómo prevenir esta infección.
La forma más eficaz en que se propaga la sífilis es mediante el contacto entre zonas húmedas de la piel que se encuentren ya sea por dentro o por fuera del cuerpo. Las personas que no se tratan pueden continuar infectando a otras durante dos años desde la infección inicial.
La sífilis facilita el contagio del VIH y, a veces, estar infectado con VIH puede obstaculizar el tratamiento contra la sífilis.
Al principio, la sífilis pasa desapercibida muy fácilmente. De hecho, muchos pacientes no presentan síntomas. La sífilis puede hacer que algunas personas se sientan muy enfermas, especialmente en la “segunda fase”, en la que aparecen sarpullidos y fiebre. La tercera fase puede tener lugar muchos años después del contagio y puede tener consecuencias muy graves para la salud. La mejor manera de evitarla es hacer una prueba y tratarse. La mejor forma de saber si tienes una ITS es hacerte una prueba.
La infección por sífilis consta de tres fases:
Una vez transcurridos entre 10 y 90 días luego de la exposición, aparece una úlcera o llaga que se denomina chancro. La llaga aparece en la parte del cuerpo donde se contrajo la infección, por lo general, en el pene, el ano, el recto, la vagina, la lengua o los labios. La mayoría de las personas solo presenta un chancro, pero algunas tienen más. En muchos casos, la llaga no es dolorosa, pero no siempre es así. También experimentarás una inflamación de las glándulas linfáticas (por ejemplo, en el cuello, la ingle o las axilas). Entre dos y seis semanas después, la llaga desaparecerá y, si no se trata, la sífilis pasará a la segunda fase.
Los síntomas de la sífilis secundaria comienzan unas semanas posteriores a la desaparición de la llaga.
Los siguientes son algunos de los síntomas característicos de esta fase:
Estos síntomas pueden desaparecer al cabo de algunas semanas o ir y venir durante unos meses.
Luego, la sífilis pasará a una etapa que es asintomática, a pesar de que estés infectado. Esta fase se llama “sífilis latente”. Todavía podrás contagiar a otras personas durante el primer año de esta etapa. Sin embargo, al cabo de un par de años, ya no podrás contagiar a los demás, a pesar de estar infectado.
La fase latente puede continuar durante muchos años (incluso décadas) luego de haber contraído la infección. Si la persona no recibe el tratamiento adecuado, existe el riesgo de que la sífilis latente pase a la etapa más grave, la sífilis terciaria.
Los síntomas de la sífilis terciaria dependen de la parte del cuerpo a la que la infección se ha diseminado. Por ejemplo, puede afectar el cerebro, los ojos, el corazón, los huesos, la piel o los vasos sanguíneos, lo que puede generar una gran cantidad de enfermedades que acorten la vida.
En esta etapa, si la sífilis no se trata, puede llegar a ser lo suficientemente grave como para causar la muerte. La mejor forma de prevenir esta etapa es hacerte una prueba si estás en riesgo y tratarte de manera temprana para evitar el desarrollo de la sífilis terciaria más adelante, incluso muchos años después.
La prueba de sífilis consiste en obtener una muestra de sangre y, a veces, puede incluir un hisopado del chancro, si está presente.
Hacerte una prueba es la única forma confiable de saber si padeces sífilis. Si presentas algunos de estos síntomas, ve a la clínica especializada en salud sexual cuanto antes, en especial si descubres una úlcera en los genitales. Cuanto más pronto se trate la sífilis, mejor. Si, en general, no te sientes bien y crees que estás en mayor riesgo de contagiarte sífilis, hazte una prueba.
La sífilis se trata con antibióticos (generalmente, con penicilina). El tratamiento suele administrarse mediante la inyección de una o más dosis, según el tipo de sífilis y la fase de la infección.
Una vez terminado el tratamiento, se llevan a cabo otros análisis de sangre para asegurarse de que la infección se ha erradicado. Estos análisis son necesarios durante un año o menos. Además, los análisis son importantes para controlar la forma en que has respondido al tratamiento.
A su vez, tus parejas también deberían hacerse pruebas de sífilis. Puede ser difícil identificar esta infección al principio, por lo que es posible que la tengan sin darse cuenta. Es más, tal vez se les ofrezca tratamiento a pesar de ello.
Mientras estés haciendo el tratamiento y hasta que te den un resultado que indique que no tienes infecciones, es recomendable seguir estas pautas: