Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son causadas por una bacteria, virus o parásito que se transmite de una persona a otra durante un encuentro sexual o un contacto íntimo.
La mayoría de las ITS se transmiten de un integrante de la pareja sexual al otro al tener sexo oral, anal o vaginal sin protección y al compartir manos, dedos y juguetes sexuales. Algunas ITS se transmiten mediante el contacto con la piel. Usar condones y otras barreras para el sexo oral, anal y vaginal constituye una forma eficaz de reducir las posibilidades de contagio de varias ITS. Consulta más información sobre cómo practicar sexo más seguro.
Posiblemente no notes ningún síntoma si tienes una ITS. A veces, los síntomas pasan desapercibidos o simplemente duran muy poco tiempo. Incluso si no percibes síntomas, puedes transmitirle una ITS a una pareja sexual. La única forma de estar seguro de si tienes una ITS es hacerte una prueba.
Si te preocupa padecer una ITS, hazte una prueba para estar seguro. Algunas ITS pueden causar problemas graves si no se tratan. Si los resultados dan positivo (es decir, si tienes una ITS), el profesional a cargo te dirá qué tipo de tratamiento necesitas. Muchas ITS pueden curarse con medicación, mientras que otras pueden tratarse con medicamentos, pero no pueden curarse.
En caso de que sí tengas una ITS, te preguntarán con quién has tenido sexo recientemente para que esa persona también puedan tratarse si es necesario.
Las ITS son infecciones comunes y, si tienes una vida sexual activa, es probable que, en algún momento de tu vida, tengas una ITS. Hay diversas medidas que puedes adoptar para reducir el riesgo de contagiarte. Consulta más información sobre cómo prevenir las ITS.