Alcohol

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El alcohol es un depresor: ralentiza tu cuerpo y tu mente. No todas las personas toleran las mismas cantidades de alcohol de la misma manera, y los efectos varían según cuánto se ingiere. Los efectos más comunes incluyen una sensación de relajación, desinhibición, una disminución en la coordinación y la concentración, balbuceo, cambios de humor intensos y dificultades para tomar decisiones.

Consumo excesivo de alcohol

Dado que los bares y pubs son los lugares de encuentro más populares, el consumo de alcohol es muy común en la comunidad LGBT. El consumo excesivo de alcohol es frecuente entre los gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres, y puede causar graves problemas.

 

El consumo excesivo de alcohol en Irlanda se considera a partir de seis bebidas alcohólicas estándares consumidas en una sola reunión. A partir de una encuesta realizada recientemente por Internet a hombres que tienen sexo con otros hombres, los datos indican que el 58 % de los encuestados consume alcohol en exceso en una ocasión típica en la que se bebe alcohol.

 

Muchas personas sienten que pueden ser ellas mismas cuando beben, mientras que otros consideran que el alcohol es una forma de bloquear los pensamientos o recuerdos desagradables. Tal vez es menos complicado que eso y solo se trata de seguir el ritmo de nuestros amigos o de divertirse, a tal punto que no reparamos en cuánto consumimos. No obstante, antes de que pase demasiado tiempo, el alcohol puede afectar nuestro rendimiento en el trabajo, así como nuestras horas de sueño, relaciones y responsabilidades.

 

A lo mejor es buena idea aprender a divertirte de forma sana. Sentirte avergonzado por tu comportamiento, no poder recordar lo que ocurrió la noche anterior e involucrarte en discusiones o encuentros sexuales peligrosos son problemas que puedes evitar si cambias algunas conductas relacionadas con el consumo de alcohol.

 

Normalmente, el asesoramiento adecuado puede ayudar a abordar problemas subyacentes y ofrecernos herramientas para resolver ciertas situaciones sin tener que beber para hacerlo. Consulta nuestra sección de asistencia y servicios relacionados, que incluye información sobre asistencia sociopsicológica y grupos de Alcohólicos Anónimos.

Riesgos

El alcohol desinhibe e intensifica los estados de ánimo, como la tristeza y el enfado.

 

Además, afecta de manera negativa la capacidad para tomar decisiones y aumenta las probabilidades de hacer elecciones poco seguras, como tener relaciones sexuales sin protección, hacer o decir cosas de las que luego te arrepientes o beber mientras conduces.

 

La pérdida de memoria —por ejemplo, el hecho de no recordar qué dijiste o hiciste— es otra consecuencia negativa.

 

La ingesta de grandes cantidades de alcohol puede causar sobredosis, lo que puede derivar en vómitos, pérdida del conocimiento o, incluso, la muerte.

 

Asimismo, el consumo de alcohol puede provocar daños físicos, por ejemplo, al cerebro, el hígado, el corazón y los riñones, o daños ocasionados por participar en peleas y sufrir choques o caídas.

 

Al estar bajo los efectos del alcohol, es probable que estés más vulnerable y que no reacciones si alguien quiere lastimarte o aprovecharse de ti.

 

Por si esto fuera poco, podrías desarrollar cierta dependencia, es decir, que tu cuerpo necesite del alcohol para permanecer estable.

Consejos a tener en cuenta

Si vas a beber, empieza con una bebida no alcohólica y algo de comida. Trata de intercalar las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol.

 

Controla las cantidades: lleva la cuenta de cuánto bebes. Respeta los estándares correspondientes.

 

En Irlanda, una bebida estándar equivale a una medida de alcohol (35,5 ml) en bebidas alcohólicas o un pequeño vaso de vino (100 ml), o una media pinta de cerveza negra (stout), cerveza rubia (lager) o sidra.

 

Una bebida estándar contiene alrededor de 10 gramos de alcohol puro, cantidad que a una persona promedio le toma alrededor de una hora procesar, si bien depende de cada persona.

 

Intenta mantenerte por debajo de las 4 bebidas estándares y tener días libres de alcohol en la semana.

 

Intenta beber no más de un trago por hora. Evita participar en rondas.

 

Presta atención a tu vaso. No lo pierdas de vista, ya que alguien podría poner drogas en tu trago.

 

Lleva condones y lubricante contigo si planeas ligar al beber (o por si acaso).

 

Presta atención a tu estado de ánimo: fíjate si alzas demasiado la voz, te pones molesto o te enfadas; en tal caso, intenta relajarte unos instantes.

 

Evita consumir otras drogas, incluido fumar. Mezclar tipos de alcohol (por ejemplo, vino y cerveza) o consumir otras drogas aumenta el riesgo de perder el control.

 

Planea cómo volverás a casa. Diles a tus amigos adónde vas.

 

Si ligas y te vas a casa con alguien, recuerda que no estás obligado a tener sexo si te sientes muy ebrio o si simplemente cambias de parecer.

 

Planifica el día siguiente (dormir, beber mucha agua, comer bien para ayudar a que el cuerpo se recupere).

 

Si te despiertas al día siguiente y no recuerdas lo que ocurrió la noche anterior, consulta nuestros consejos aquí.

Asistencia y servicios

Para obtener más información sobre el alcohol y acceder al directorio nacional de servicios de asistencia disponibles, visita www.drugs.ie o llama a la línea de ayuda para la prevención del consumo de drogas y alcohol de la Subsecretaría de salud (HSE, en inglés) de Irlanda: 1800 459459 (línea gratuita).

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